Las complejas empresas virtualizadas de hoy en día ponen a prueba la gestión de los responsables de TI. A medida que los administradores de red se esfuerzan por saber cuál es la mejor manera de supervisar el tráfico de red y garantizar la excelencia operativa, los directivos buscan habitualmente orientación sobre las mejores prácticas y las herramientas adecuadas para el trabajo.
Además, en esta era de transformación digital, la red corporativa sustenta todos los cambios radicales en curso. La infraestructura de red que facilita las operaciones críticas se conecta a más sistemas y dispositivos que nunca.
Al igual que las empresas y los gobiernos que dependen de ella, la red corporativa se ha vuelto mucho más dinámica. Y como las organizaciones dependen tanto de que la red sea rápida, segura y fiable, la excelencia operativa es la expectativa.
Cómo supervisar el tráfico de red
Los servicios de monitorización del tráfico de red son herramientas importantes para capturar datos de tráfico críticos para su análisis y optimización. Pero para seleccionar las herramientas adecuadas e implantarlas eficazmente es necesario conocer bien la infraestructura de red, las prioridades y los retos de la organización.
A continuación se indican seis pasos que puede seguir para supervisar el tráfico de red con el fin de respaldar una infraestructura de red empresarial fiable y de alto rendimiento.
Paso 1: Hacer balance
A la hora de gestionar cualquier entorno de red, es necesario disponer de un inventario preciso de todos los dispositivos y aplicaciones que se ejecutan en la red. Las redes grandes y complejas son más difíciles de supervisar, especialmente mediante métodos manuales.
Para obtener una imagen clara de los activos y las interdependencias, los responsables de TI pueden utilizar una herramienta de mapeo de redes que descubra automáticamente los dispositivos y capture un inventario completo de activos. Además, es buena idea comprobar periódicamente si se han producido cambios en los activos.
Paso 2: Establecer una norma
Para comprender cuándo se produce una actividad anómala en la red que pueda indicar un problema, incluida una posible violación de la seguridad, el grupo de TI debe establecer primero una línea de base que muestre la actividad normal del tráfico.
Los gestores de red pueden utilizar herramientas de captura de datos o de detección de tráfico para recopilar información sobre la actividad de la red a lo largo del tiempo. La captura de datos debe ser un proceso continuo porque los cambios en la red son constantes.
A partir de estos datos, el departamento de TI puede realizar análisis del tráfico de red para solucionar problemas y hacer cambios que mejoren los niveles de servicio.
Paso 3: Comprobar y afinar la configuración
La supervisión de la red es un proceso continuo, no una actividad puntual. La supervisión continua de la red es una forma de identificar cuándo los dispositivos no están configurados correctamente.
Si se utiliza junto con un software de gestión de la configuración de red, la supervisión y el análisis del rendimiento de la red también pueden ayudar al departamento de TI a identificar oportunidades para perfeccionar la configuración de los dispositivos con el fin de proporcionar transferencias de datos más rápidas a través de la red.
Las herramientas de informes gráficos pueden facilitar a los gestores de red la evaluación y resolución de problemas de nivel de servicio.
Paso 4: Aplicar procedimientos de escalada
Necesitará una política formalizada que pueda alertar al miembro adecuado del equipo de TI cuando se produzca un problema en la red. Las herramientas automatizadas pueden iniciar este proceso y derivar el incidente al especialista adecuado a medida que se disponga de más información.
Estas herramientas también pueden alertar a los profesionales de TI y de la línea de negocio cuando un problema puede afectar a áreas u operaciones adyacentes. Mantener un modelo de escalado actualizado es crucial para evitar pérdidas de tiempo e interrupciones prolongadas.
Paso 5: planificar la catástrofe y aspirar a la continuidad
Una red de bajo rendimiento puede impedir la productividad. Una interrupción puede hacer que las operaciones sean completamente inviables y provocar grandes pérdidas.
Una gestión eficaz de la supervisión y el rendimiento de la red puede ayudar al departamento de TI a detectar problemas antes de que lleguen a ser totalmente problemáticos, minimizando su efecto en la empresa.
Pero para garantizar una alta disponibilidad y un tiempo de inactividad limitado, el departamento de TI debe contar con un plan de continuidad de negocio y recuperación ante desastres que detalle las medidas de conmutación por error adecuadas. Diseñar la red sin un único punto de fallo es clave para evitar interrupciones importantes y prolongadas.
Paso 6: Plan de cambio
Las redes actuales evolucionan constantemente a medida que las organizaciones crecen y, en ocasiones, se consolidan. La amplia adopción de servicios de computación en nube también influye, ya que cada vez más empresas adoptan un modelo de TI híbrido con algunos recursos in situ y otros en entornos de terceros.
Es importante evaluar continuamente cómo los cambios en la empresa pueden afectar a la red, y luego hacer los ajustes necesarios.
Herramientas para supervisar el tráfico de red
La supervisión de la red requiere varios elementos para tener éxito, como la detección automatizada del inventario para cartografiar correctamente la red. Las herramientas de alerta e informes proporcionan las notificaciones que el departamento de TI necesita para estar al tanto de los problemas y otros informes para ajustar la configuración.
El aislamiento de fallos y la resolución de problemas muestran exactamente dónde está el problema. El análisis del tráfico de red permite a los administradores de red conocer el origen del problema para acelerar la solución y limitar los resultados no deseados.
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