Desde que se identificó el primer caso de coronavirus en el país, el sistema sanitario de Brasil y de otras partes del mundo se ha estado preparando para lo que se ha convertido en una de las pandemias más difíciles y abrumadoras de las últimas décadas.
El gran número de pacientes que se desplazan a distintos hospitales ha demostrado llevar al límite las infraestructuras y el personal -incluidos los CIO sanitarios- en algunas partes del país.
Sirviéndonos de ejemplo en este artículo, el COVID-19 ha obligado a ciudades de todo el país a tomar medidas de distanciamiento social para reducir la propagación del virus. Estas precauciones están ayudando a reducir el contacto entre pacientes sanos e infectados y, en consecuencia, a reducir el volumen de pacientes que solicitan atención hospitalaria.
Sin embargo, a pesar de muchos de los esfuerzos realizados por el gobierno federal y los estados locales para frenar la propagación del virus, los hospitales están recibiendo pacientes infectados con condiciones cada vez peores y se están viendo rápidamente desbordados.
Mientras médicos y enfermeras hacen todo lo posible por atender a los pacientes que lo necesitan, los CIO del sector sanitario y otros responsables de TI también están tomando medidas para garantizar que su entorno informático y su personal de apoyo estén preparados para hacer frente al posible aumento que se avecina, así como para buscar un mejor retorno de la inversión realizada y mejorar cada vez más la experiencia del paciente.
La carga de trabajo adicional que soporta la infraestructura informática procede del aumento del personal necesario para atender a los pacientes, las transacciones clínicas adicionales en los sistemas de historias clínicas electrónicas, el incremento del consumo de datos, el aumento de imágenes médicas para apoyar las radiografías de tórax y las resonancias magnéticas necesarias para los pacientes con coronavirus y otros sistemas y tráfico de red.
Aquí hemos identificado cinco áreas que los CIO del sector sanitario están supervisando para garantizar que, incluso en tiempos de crisis mundial, puedan centrarse en las inversiones a través de un mejor retorno de la inversión y de la experiencia del paciente, algo fundamental en estos momentos.
1. La red debe estar preparada para más tráfico
Para garantizar que la infraestructura de red pueda soportar el aumento de volumen sin causar interrupciones y sin poner en peligro los presupuestos, los administradores de TI están revisando el estado de su red, llevando a cabo comprobaciones de la salud de la red para determinar si es necesario realizar algún cambio.
2. La conectividad inalámbrica es más importante que nunca
Los hospitales que se enfrentan a la escasez de camas para tratar a los pacientes están teniendo que construir improvisadas zonas de espera con tiendas de campaña fuera de sus instalaciones para dar cabida al mayor volumen de pacientes en algunas de las zonas más afectadas.
Como consecuencia, las redes inalámbricas de algunos hospitales tienen que ampliarse y estar disponibles fuera de las instalaciones, en zonas como aparcamientos. Esta ampliación de las redes inalámbricas puede requerir cambios adicionales en el hardware y la infraestructura para dar al hospital la flexibilidad que necesita. apoyar el cambio y ofrecer una buena experiencia a los pacientes reduciendo el distanciamiento de sus familias.
3. Mantener la seguridad de los miembros del equipo de apoyo a la infraestructura
Los médicos y enfermeras que atienden a los pacientes también deben tomar precauciones para protegerse del virus, el equipo informático debe tomar medidas similares para mantenerse sano y poder dar soporte a los sistemas críticos del hospital.
Un enfoque común que están adoptando los CIO del sector sanitario para proteger a su personal sin dejar de dar soporte a todos los sistemas críticos del hospital es permitir que algunos miembros del equipo de TI trabajen a distancia, mientras se mantiene in situ a un subconjunto de estos técnicos de soporte.
Para el personal informático in situ que da soporte a sistemas críticos, debe impartirse formación sobre seguridad y seguirse también todas las medidas estándar a las que debe someterse el personal clínico.
4. Un esquema claro de las principales herramientas de colaboración y comunicación necesarias
Ahora que los hospitales ofrecen a su personal no clínico la posibilidad de trabajar desde casa, los CIO del sector sanitario están mejorando sus herramientas de mensajería instantánea y colaboración.
Muchos están implementando formación adicional para sus empleados remotos en aplicaciones como Skype, Microsoft Teams, Slack o Zoom para asegurarse de que se sienten cómodos utilizándolas.
Otro componente que los CIO tienen en cuenta a la hora de prepararse para que más usuarios trabajen a distancia es el uso de una infraestructura de escritorio virtual para proporcionar acceso remoto a las aplicaciones como sistemas de registro, gestión del ciclo de ingresos y otros sistemas hospitalarios importantes que necesitan los usuarios.
5. El seguimiento de los activos críticos es cada vez más importante
Dado que muchos hospitales están preocupados por la escasez de algunos equipos médicos, como ventiladores y respiradores necesarios para atender y tratar a los pacientes infectados por el coronavirus, los informáticos deberían implantar sistemas de seguimiento de activos si aún no los tienen en uso.
El reto de una nueva normalidad
Aunque los CIO han reaccionado con rapidez y han implantado herramientas que han permitido una auténtica revolución en el sector médico, el reto ahora es la sostenibilidad.
Estas inversiones han perturbado los ciclos presupuestarios de las TI, han puesto en peligro el rendimiento de la inversión y han cuestionado hasta qué punto se puede ofrecer una buena experiencia al paciente en un momento en que los sistemas sanitarios se enfrentan a una falta de financiación debido al aplazamiento de citas rutinarias y cirugías electivas.
A los directores de sistemas de información se les pide ahora más que nunca que estiren sus presupuestos para mantener las luces encendidas, mejorar las capacidades virtuales e invertir en nuevas tecnologías digitales, pero la disponibilidad de fondos para llevar a cabo estas tareas puede resultar problemática.
En los próximos meses, los CIO tendrán el reto de ofrecer y mantener el apoyo a las nuevas herramientas digitales y modelos operativos, y tendrán que adaptarse para hacer ambas cosas, a pesar de las limitaciones presupuestarias.
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